Aquel día nunca lo olvidaré, fue uno de las experiencias más increíbles de mi vida
Decidí realizar mi primera excursión al santuario de las luciérnagas: Canto del Bosque ubicado en Nanacamilpa en Tlaxcala.
Tomé esa decisión porque me dijeron que era el espectáculo más increíble que podía ver, ya que te pierdes con el encanto y belleza del bosque, y además con el baile de luces de las luciérnagas.
Emprendí este pequeño paseo con gran emoción y muchísimas expectativas acerca de todo lo que había leído y las recomendaciones que me habían hecho.
Al llegar al pueblo de Nanacamilpa tuvimos que tomar un pequeño transporte urbano que nos iba a llevar hasta el santuario, al principio fue un poco cansado ya que por el aforo de personas tardamos alrededor de hora y media para poder llegar hasta nuestro objetivo.
En el momento que descendí del vehículo, sentí la suave brisa con el aroma del bosque que me invitaba con sutileza a caminar hacia nuestro punto de reunión donde empezaríamos nuestra gran hazaña.
Mientras esperábamos sentados en un inmenso y bello kiosko abierto rodeado del bosque , podía empezar a ver hermosas y pequeñas luces que se encendían poco a poco, lo que me generó una mayor emoción por comenzar nuestro recorrido.
Y de repente nuestro guía por fin llegó! Estábamos a punto de empezar nuestra nueva travesía dentro del bosque. Al principio nos empezó a dar todas las indicaciones que debíamos seguir para respetar tanto a las luciérnagas como al bosque y también para nuestra seguridad.
Y así, empezamos nuestro camino, sin ninguna luz, solo nos acompañaba la luna y las estrellas. Nos encontrábamos rodeados de naturaleza y hermosos y grandes árboles que nos emitían un sonido de paz y tranquilidad.
Durante nuestro recorrido el guía nos empezó a platicar acerca de los tipos de plantas y árboles endémicos de la zona, una gran riqueza de naturaleza.
Después de alrededor de media hora de caminata por senderos, algunos un tanto complicados pero hermosos, llegamos al mejor espectáculo de luces que la naturaleza nos ha regalado: el baile de las luciérnagas.
No podría terminar de describir la belleza que tuve frente a mis ojos y lo increíbles y fuertes que son estas pequeñas luciérnagas para poder lograr mediante el aleteo de su vuelo esas luces tan brillantes para poder conquistar a su pareja, la más bella de las conquistas que pueda haber. Es como si por un momento estuvieras en un bosque lleno de magia y encanto.
Me hubiera gustado verlas toda la noche, pero tuvimos que emprender nuestro regreso, que por cierto también fue muy ameno ya que nuestro guía nos fue relatando hermosas leyendas del bosque, y aunque fue un poco larga la caminata y un poco difícil el caminar totalmente sin luz, vale totalmente la pena vivir esta espectacular experiencia.
Hoy en día, les recomiendo a mis viajeros y amigos que vayan a vivir y a conocer los santuarios de las luciérnagas para que puedan experimentar los grandes regalos que nos da la naturaleza.
Estos santuarios tienen una gran encanto para todos los visitantes, lo único que me gustaría que tomaran en cuenta los administradores de éstos lugares es que trabajen un poco más en la conservación tanto del bosque como de las luciérnagas y tengan medidas un poco más organizadas para que no se sobre-exploten y así mismo todos nosotros al visitar éste tipo de lugares lo hagamos con gran respeto.
Por : Claudia González Muñoz